Ministerio de Educación

Unamuno es un pensador de extremos, y por esto debe entenderse: un pensador que lleva al límite su reflexión en torno al hombre concreto, desgarrado por su finitud y sus ansias de infinito. No es lo abstracto lo que le preocupa, lo que aparece en sus textos, sino este momento plenamente existencial de la humanidad. Pocos han sentido tan hondo el sentimiento religioso, y pocos los han problematizado con tal coraje y radicalidad. Cualquiera que guste de la reflexión seria, pero al mismo tiempo amena, magistralmente escrita, encontrará en Unamuno un espejo en que verse reflejado.