Ministerio de Educación

El señor Blum, que no tiene un pelo de tonto, es un flor de peluquero. Blum atiende a peludos señores y a señores pelados y tiene tijeras de todos los tamaños. No hay pelo que se le resista, porque en la peluquería del Señor Blum, las cosas son así… Mientras hacía su trabajo,Blum vio que de las puntas florecían flores de pelo, grandes, abiertas y aterciopeladas. De las flores aterciopeladas colgaban gotitas de agua de colonia.Parecían rosas coloradas salpicadas por el rocío del amanecer.Un relato entrañable, pleno de humor, acerca de pelos, barbas, rizos y pelucas que florecen.