¿Cómo es el proceso creativo detrás de las ilustraciones y la portada del Catálogo de selección de libros? ¿Qué inspira a un ilustrador al pensar en las bibliotecas CRA? A Sielfeld, también conocido como “Oyemathias”, le interesó la diversidad que había en los equipos de bibliotecas. “No solo son jóvenes, también hay adultos y personas mayores, entonces era importante representarlos a todos“.
¿Ya revisaste el Catálogo de selección de libros CRA 2025? Como todos los años, las fichas de los recursos recomendados por el Centro de lectura y biblioteca escolar (CRA) están acompañados por ilustraciones, las que serán la línea gráfica del CRA por el resto del año. Para esta versión, el encargado de ilustrar a las bibliotecas, sus encargados y a las comunidades escolares fue Mathias Sielfeld, diseñador y artista chileno radicado en Madrid, España.
Sielfeld nació en Concepción el año 1986, estudió diseño en la Universidad Católica y se ha dedicado a ilustrar de manera independiente gran parte de su carrera. Se adentró en el dibujo desde pequeño, y hoy trabaja desde España en diferentes proyectos editoriales de todo el mundo, creando tiras de comics y desarrollando también varios proyectos personales.
— ¿Cuándo comenzaste a dibujar? ¿Qué rol jugó la biblioteca de tu colegio en esto?
— Empecé a dibujar en el colegio, en la sala de clases. La biblioteca de mi colegio era súper grande e íbamos mucho a jugar para allá. No sé si particularmente era una Biblioteca CRA, porque igual soy viejo. Yo creo que no le saqué provecho a la biblioteca, porque faltaba un poco de difusión, que es lo que ustedes están haciendo en este momento con el Catálogo y con todas sus publicaciones, entregando contenidos para que los jóvenes y los niños le “saquen el jugo” a estos espacios.
Encuentro maravilloso la cantidad de herramientas que se pueden conseguir ahí, desde tecnologías, la biblioteca en línea, consultar libros que a lo mejor de otras formas la gente no tiene acceso a ellos por un tema monetario, por espacio o porque esos libros no están publicados en la zona donde residen.
— ¿Cómo llegaste a convertirte en ilustrador? ¿Cuál ha sido tu mayor inspiración en esta área?
— En el colegio todos los niños dibujan, pero muchos se van quedando en el camino. Dicen: “A lo mejor no soy el mejor dibujando, no soy tan virtuoso”, y yo creo que eso no tiene que ver con el desarrollo de la disciplina, sino con el trabajo, con dibujar y con tener una visión. Uno debe tener un punto de vista, y de eso muchas veces nos olvidamos en las carreras creativas. Pueden decir “¡ay, qué bonito te quedó!”, pero ¿cuál es tu mensaje? Es igual de importante y es lo que te va a diferenciar del resto. También es importante tener un estilo personal o inspirarse; estudiar.
La mayoría de las cosas que yo he aprendido y los proyectos que me han servido han sido por desarrollo personal. Como consejo, no hay que esperar que te den un encargo, sino que hay que hacerse sus propios encargos porque son los que te permiten desarrollar más tu visión.
Ilustrando al CRA
— ¿Cómo te enfrentaste a este desafío? ¿De dónde surgen las ideas principales que van dando forma al Catálogo?
— Desde un primer momento me contaron que el tema del Catálogo iba a estar centrado en los encargados o encargadas de biblioteca, quienes pueden ser cualquier persona: de diferentes edades, de diferentes culturas, y fue bonito resaltarlo. Eso da un pie para la temática de las ilustraciones. Entonces intenté mostrar encargados/as en diferentes situaciones, en diferentes contextos y celebrar el trabajo que hacen día a día.

— ¿Cómo le das forma a la figura de los y las estudiantes y al rol del encargado de biblioteca en las ilustraciones?
— En general siempre empiezo con bocetos. Después de una conversación que tuvimos con el equipo CRA hice un dibujo básico, que nos sirvió para ver si se entendía la idea o si los personajes iban a funcionar, siempre teniendo en cuenta que tiene que haber una diversidad para que no sean todos iguales. Porque hubo un momento en la historia de los libros en que, en general, todos los personajes eran iguales. O también pasaba que eran todos hombres, o rubios, blancos, o muy altos, o no había diversidad de cuerpos, todo eran delgados. Entonces a mí me gusta representar la diversidad humana y los bocetos me permiten ver la imagen completa para ir balanceando: que esté balanceado entre hombres y mujeres, en altura, en edades. Los y las encargados que trabajan en la Biblioteca CRA no solo son jóvenes, también hay adultos y personas mayores. Entonces era importante, en este sentido, representarlos a todos.
Si bien está el libro escrito, también está el lenguaje visual que aportan las ilustraciones con una narrativa propia y un mundo en el que uno empieza a enganchar con los personajes, a sentirse identificado.
— ¿Cuál fue el mayor desafío en la realización de estas ilustraciones?
— Uno nunca percibe la cantidad de prejuicios que se tiene, porque, por ejemplo, uno dibuja algo, pero después dices “oye, pero ¿por qué dibujé esto así?”. Uno tiene que ir forzando el pie. Cuando te dicen “oye, dibuja un doctor” en general la gente dibuja un hombre, pero hay doctoras, tienen que estar presentes, o enfermeros, que siempre las representan como enfermeras, pero también hay hombres enfermeros, entonces también es importante que sean representados. Se trata de estar haciendo más consciente y no tan automático estos procesos creativos.
— ¿Cómo surge la idea de darle vida a personajes clásicos del programa de Biblioteca Escolares (CRA) como la Ranita Güerec y la Cuncuna Rayo de Luna?
— Desde el principio me dijeron que estos personajes eran súper queridos por todos los estudiantes, profesores y encargados de biblioteca, y había que incorporarlos. Es algo que le da continuidad al catálogo completo, van apareciendo como un guiño o como una talla interna que uno puede ver: “¡Ah! Mira, está ahí, manejando un camión”. A mí me divierte mucho darles personalidad porque todos los ilustradores que han pasado antes de mí también las han dibujado con su propio estilo, y en este caso me tocaba a mí continuar con la Ranita y la Cuncuna.

— Hay presencia de clásicos de la literatura en el Catálogo. ¿Cómo logras reinterpretar estas imágenes tan arraigadas en nuestro subconsciente, por ejemplo, William Shakespeare, El Quijote, o Gabriela Mistral?
— La idea era tener material para los meses importantes donde estuviera la literatura universal y en el caso de Chile está Pablo Neruda y Gabriela Mistral, y, afuera de Chile, El Quijote. A mí me gusta dibujar con sentido del humor, no soy muy serio para tomarme las temáticas y es muy bonito hacerlo más cercano a los niños. Es bonito ver El Quijote en un aula que podría ser parecida a lo que viven los niños que van a las Bibliotecas CRA. Es lindo ese ejercicio en el que esté Gabriela Mistral es la biblioteca, en este mundo imaginario, y adentro de un libro.
Al final las ilustraciones no son tan realistas y así también se integran las cosas digitales: hay tabletas gigantes volando, o hay cosas que salen de los libros. Es más “dinámica” en ese sentido.

Niños y literatura
— ¿Cómo crees que los libros infantiles han permitido o pueden fomentar el amor por la lectura desde una edad temprana? ¿Qué rol crees que juega la ilustración en ello?
— Es muy grande, por ejemplo, en inglés, en el colegio, siempre ocupábamos los libros de Plaza Sésamo y desde muy pequeño veía los dibujos que salían, la historia, los personajes, las personalidades que tenían, las narrativas que se formaban. Si bien está el libro escrito, también está el lenguaje visual que aportan las ilustraciones con una narrativa propia y un mundo en el que uno empieza a enganchar con los personajes, a sentirse identificado.
Siento que es muy importante para los niños, sobre todo hoy en día, verse reflejados, porque antiguamente consumíamos mucho libro extranjero, que no representaba las identidades propias que tenemos en cada país. Y hoy en día, que un niño se pueda ver reflejado en los libros, ya sea por su físico o por su cultura, o si tiene una diversidad de aprendizaje o corporal, lo ayuda a involucrarse en los libros y aprender mejor.
— Desde tu visión, ¿qué libros infantiles te parecen indispensable en la biblioteca escolar?
— Yo creo que no hay que tener temor a mostrar libros que eduquen sobre los sentimientos, que eduquen sobre la empatía, que eduquen sobre la diversidad. Es lo más importante para los niños porque al final, si bien toda la gente dice: “ay, a los niños se les educa en casa”, los niños pasan gran parte de sus vidas en el colegio, compartiendo con otros alumnos y cualquier cosa que les pueda ayudar a ser mejores personas y a tener mejores relaciones con las otras personas va a ser un aporte a la sociedad en el futuro.
Los niños pasan gran parte de sus vidas en el colegio, compartiendo con otros alumnos y cualquier cosa que les pueda ayudar a ser mejores personas y a tener mejores relaciones con las otras personas va a ser un aporte a la sociedad en el futuro.