Una de las principales líneas de acción del programa de Bibliotecas Escolares CRA consiste en la entrega de nuevas colecciones impresas en los colegios públicos y subvencionados que imparten educación básica y/o media.   

Para asegurar la entrega de colecciones de calidad, pertinentes, actualizadas y alineadas con el currículum nacional, el Ministerio de Educación realiza un proceso de evaluación de libros. Este proceso cuenta con un apoyo externo al Mineduc: el Centro Evaluador, quienes son los encargados de realizar la convocatoria. Los profesionales que lo componen son altamente capacitados en el ecosistema del libro y comprometidos con construir un catálogo variado y con los mejores recursos disponibles para la implementación del Currículum Nacional.     

El pasado martes 12 de noviembre tuvimos nuestra primera capacitación presencial, donde más de setenta profesionales pudieron revisar en detalle cómo aplicar correctamente las pautas de evaluación para cada uno de sus recursos asignados.  

Estas pautas de evaluación consisten en 18 instrumentos distintos que consideran una serie de dimensiones, subdimensiones y criterios, diferenciados por género discursivo, es decir, poesía de autor, dramático-guion, tradición popular, ensayo, obras de referencia, entre otros. Así, cada recurso educativo es evaluado en su particularidad, ya sea por material, formato o contenido. 

Francisca Martínez, mediadora de lectura, ya ha participado en otras capacitaciones, sin embargo, afirma que es fundamental seguir asistiendo “porque siempre hay ciertos elementos nuevos y hay que acordar y aunar criterios para poder evaluar los libros que van a estar presentes en las Bibliotecas Escolares. Es una instancia donde aprendemos, compartimos y resolvemos dudas”.    

Asimismo, se consideraron dos capacitaciones en línea para aprender a utilizar el nuevo software de evaluación que se ha desarrollado desde el Ministerio de Educación, con el fin de trabajar la evaluación de libros de una manera más eficiente. Las evaluaciones se hacen en ciclos de evaluación y con pares evaluadores que se juntan en un comité a analizar, discutir y argumentar.  

Todo esto, con el fin de entregar a los establecimientos educacionales recursos pertinentes y de la mejor calidad, para el apoyo pedagógico, la difusión del conocimiento y sobre todo potenciar los intereses para el público lector de toda la comunidad escolar.